7 Errores Comunes al Hacer Hechizos
Aprender a ser bruja puede ser un proceso confuso, especialmente cuando no tienes un mentor o no recibes orientación de alguien con experiencia. Esto no es ninguna sorpresa, pues si el arte de la hechicería fuera cosa sencilla, todo el mundo lo haría. Hay una razón por la que tantas personas dicen, “¡He probado la brujería y no funciona!” Esto es porque un interés superficial no te llevará a ninguna parte. Es como si alguien que nunca ha tocado un instrumento llegara y tocara tu piano durante 15 minutos para luego decir que los pianos no funcionan porque no suena una canción. El problema no es el instrumento; El problema es que tienes que aprender a tocarlo.
Cuando comienzas a aprender brujería, hay algunos errores comunes que puedes evitar. Aquí veremos los principales problemas que encuentrar las aprendices de brujas y hechiceros en sus primeras incursiones en la Magia Blanca.
Aprendiendo a Ser Bruja: Errores Comunes
1. Usar asociaciones al pie de la letra
Hay dos enfoques respecto del tema de las correspondencias y asociaciones. La primera es que la magia es una ciencia exacta, y requiere una cierta combinación de ingredientes, palabras, gestos, símbolos, eventos astrológicos, etc. para ser eficaz.
La otra escuela de pensamiento es que estas correspondencias y asociaciones son directrices (puntos de partida), y debes ajustarlos como sea necesario. La bruja combina su propia energía con la energía de cualquier herramienta que utiliza para crear la energía que envía al universo. Las correspondencias y asociaciones deben ser significativas para ti y ser útiles para ti, porque las cosas a las que no les encuentras sentido no pueden ayudarte a reunir la energía propicia para cada trabajo.
Muchas veces tus correspondencias y asociaciones deben ser personalizadas. Por ejemplo, muchos hechizos de limpieza y purificación requieren elementos de color blanco. Pero quizás en tu mente asocias la pureza con el color negro. Esto varía según la experiencia de vida y el entorno de cada bruja. Necesitas tomar la energía necesaria, y si no puedes encontrarla en el color blanco, entonces debes modificar tu hechizo para que se ajuste a ti.
Nunca adoptes ciegamente listas de correspondencias y asociaciones. Siempre analiza e interpreta los significados según como funcionen para ti.
2. Obsesionarse con el ingrediente perfecto
Nada es imprescindible en la brujería. Nada. No hay un elemento mágico superpoderoso en el planeta que es lo único que puedes usar para tu hechizo. Piensa en las personas que usaron la magia a lo largo del tiempo: antes de que pudieran comprar cosas por Internet, antes de que hubiera tiendas que venden sangre de dragón y trozos de amatista. Si la obsidiana y huesos de pollo eran lo que tenían, entonces eso es lo que usaban. Si tenían colmillos gigantes, hierro y arándanos porque esos eran los recursos naturales locales, eso es lo que usaban.
Un estante de especias bien surtido te da tanto acceso a hierbas como cualquier chamán antiguo. Tal vez no son las mismas, pero sin duda es una variedad significativa. No te obsesiones con encontrar y obtener cada ingrediente que ves en la lista de un hechizo. Aprende a usar lo que tienes disponible y haz que funcione para ti.
3. Leer las instrucciones al hacer un hechizo
No necesitas memorizar un hechizo por completo antes de hacerlo, pero debes estar bastante familiarizado con él para que no lo leas paso a paso como una receta de cocina. Tu libro de las sombras o notas pueden estar allí para una revisión rápida. No hay nada malo en echarles un vistazo ocasionalmente. Sin embargo, parte de la preparación para un trabajo mágico es familiarizarte con las palabras y los pasos para que te sientas cómodo y el hechizo fluya sin esfuerzo. Tener que parar constantemente, leer, pensar, elaborar, etc, sólo te impide permanecer en el estado mental óptimo para hacer el ritual.
4. No especificar objetivos
Uno de los puntos más importantes en la práctica de brujería y Magia Blanca es concentrarse en un objetivo claro y conciso. Cuanto más específico, mejor. Por ejemplo, un genérico “quiero ser feliz” es energía desperdiciada. Proyectar ideas tan generales dispersa la energía. La realidad es que hay cientos de cosas que te pueden hacer feliz.
Una meta más específica enfoca la energía como un láser. Piensa en una sola cosa que realmente te haría feliz, puede ser un ascenso en tu trabajo, un nuevo hogar, una carrera diferente, un nuevo amigo, menos dolor (ya sea emocional o físico). Encuentra un objetivo. Si necesitas más de una cosa, haz otro hechizo el próximo mes.
5. Palabras e imágenes negativas
Imagina que estás haciendo una búsqueda en internet. Quieres encontrar fotografías de vestidos rojos, pero no vestidos verdes o azules. Si pusieras en la barra de búsqueda “vestidos rojos pero no vestidos verdes o azules,” adivina qué vas a conseguir. Vas a ver muchos vestidos rojos, vestidos azules y vestidos verdes. Un mejor término de búsqueda sería simplemente “vestido rojo.” Sabes que la computadora sólo recoge palabras clave como “rojo”, “azul”, “verde” y “vestido”, no distingue entre las que se quieren y las que no – simplemente muestra las imágenes que coinciden con la palabras clave.
La energía que estás elevando y enviando, tu mente primitiva, y el Universo operan de este modo. Comprenden palabras muy específicas e imágenes clave – mensajes claros y sencillos.
Si haces un hechizo para ‘salir de la pobreza‘, la parte de “salir de” ni siquiera se registra. La energía enviada es en forma de una palabra clave: pobreza. Del mismo modo, si durante su hechizo te visualizas siendo miserable y en deuda, la energía no comprende si esto es deseado o no. Es sólo la imagen misma que sale. Lo que terminas enviando es la misma cosa que estás tratando de escapar: la pobreza.
En la mayoría de los casos, debemos evitar el uso de lenguaje negativo o imágenes negativas. Si quieres salir de la pobreza, tu hechizo debe centrarse en lo que quieres, y cómo quieres que las cosas sean. No en lo que no quieres y cómo no quieres que las cosas sean.
6. Emociones mal enfocadas
Una parte importante de elevar la energía es aumentar la energía emocional. Al igual que con las palabras e imágenes, es importante recaudar y enviar las emociones correctas, que conducen a tu objetivo. Estar en una situación emocional muy diferente de lo que deseas es contraproducente al hacer hechizos. No puedes hacer un hechizo efectivo para ser feliz cuando estás en estado emocional de miseria en ese momento. No puedes hacer un hechizo para traer amor a tu vida si en este momento estás lleno de odio y resentimiento. Tu estado emocional debe coincidir con el objetivo, y la energía emocional que planteas debe ser lo que esperas sentir cuando logres el objetivo.
Si no puedes dejar atrás una emoción que no es adecuada para el hechizo o ritual, lo mejor es posponer el trabajo hasta que puedas.
7. Tener dudas
Cuando haces un hechizo, acumulas y diriges energía. El grueso de esto se hace durante el conjuro, pero esa energía realmente comienza a construir desde el momento en que empiezas a planear el hechizo y continúa después del hechizo mientras esperas el resultado.
Comenzar a dudar de ti o de la magia es como arrojar agua fría sobre carbones que intentas calentar, lo estás neutralizando. Tu hechizo será menos efectivo porque preocuparte o tener dudas durante esas próximas dos semanas puede cancelar la energía y el esfuerzo originales. O en el peor de los casos, puede neutralizarlo.
Como puedes ver, cuando aprendes a hacer hechizos tu estado de ánimo es absolutamente esencial. Necesitas saber lo que estás haciendo, y tener confianza en que puedes hacerlo. Unos cuantos pequeños errores pueden hacernos tropezar y hacer inútiles nuestros esfuerzos. Siempre piensa lógicamente sobre lo que estás tratando de lograr, y cómo el hechizo te acercará a esa meta.
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